Seguro que muchos de vosotros ya habéis visto este vídeo circular por la red, ya que en apenas unos días lleva más de medio millón de reproducciones. Y no es de extrañar, porque el vídeo es digno de ser visto. La sorpresa (que así es como se llama ) nos cuenta una realidad cada vez más común entre los jóvenes de nuestro país: la necesidad de emigrar al extranjero en busca de un trabajo que en España no hay. Y quería que fuera la primera entrada del blog. Una nueva tendencia a nivel nacional en la que hemos pasado de ser un país de inmigrantes durante prácticamente toda la etapa de la España democrática, a convertirnos por obra y gracia de unos pocos en un país de emigrantes.
Con un componente muy emotivo los autores del vídeo nos muestran la felicidad que se siente al reencontrarse con tus seres queridos después de llevar una temporada separados. Pero esa felicidad queda mitigada cuando la realidad les obliga de nuevo a separarse y todo porque no pueden optar a un trabajo en su propio país. Es un ejemplo más de la realidad tan aplastante que estamos atravesando en España. Pasas media vida formándote y cuando acabas tu carrera no puedes trabajar de ello. Decides hacer un máster y tampoco es suficiente. Dominas un par de idiomas y te contratan a media jornada en el Mercadona. Al final, el resultado es toda una bolsa de trabajo de jóvenes capacitados sin futuro laboral. Y así, sólo quedan dos opciones: o quedarte y esperar a que la situación mejore y mientras vas trabajando de "cualquier" cosa o coger la maleta y buscar la dicha fuera de España.
El caso es que gracias, a aquellos que no supieron gestionar el ansia de poder y la ambición de llenar cada vez más sus bolsillos, hoy, miles de españoles tienen que dejar atrás a sus familias para labrarse un futuro digno en otro lugar y que posiblemente no vuelvan nunca. Con lo que el problema pasa de ser coyuntural a ser una grieta más en este Estado.
Si los encargados de tomar decisiones siguen apostando por el recorte en detrimento de las políticas de crecimiento difícilmente podremos cambiar esta situación. Gobernar un país es una tarea ardua y difícil pero si no eres capaz de aportar nada bueno a los ciudadanos, la decisión más acertada sin duda, es dejar que otros lo intenten. Y al menos escuchar la voz de un pueblo que cada vez está más harto de ser ignorado, que día a día despierta con una nueva noticia de corrupción y al que es casi imposible amaestrar por el mero hecho de tener el poder. No se equivoquen señores, están ahí para escucharnos y no sólo cada cuatro años...
David Hernández
Es un vídeo muy emotivo. Una lástima que cada día estas situaciones se repitan con mayor frecuencia.
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